Este jueves, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) lanzó los primeros datos oficiales luego de las PASO, señalando que el índice de Precios al Consumidor (IPC) aumentó 4% en agosto, con un incremento de 4,5% en el rubro “Alimentos y Bebidas”.
Con este aumento, la inflación minorista en lo que va del año ascendió a 30% y en los últimos 12 meses acumuló un alza de 54,5%.
Sin embargo estuvo por debajo de las previsiones privadas, que -según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), realizado por el Banco Central- la ubicaban en 4,3%.
Desde el Palacio de Hacienda destacaron que el traslado a precios de la devaluación de casi 30% que registró el peso tras las elecciones PASO “fue menor que en ocasiones anteriores”, debido -entre otras razones- a la retracción del consumo.
Desde el ámbito privado, la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), registró durante agosto la peor caída en el año en el consumo minorista con 18,6% en comparación con el mismo mes del año anterior, la más profunda de 2019.
“Las ventas minoristas de agosto tuvieron muchas dificultades, sobre todo tras las PASO, que generaron incertidumbre en el sector y provocaron demoras en la entrega de mercadería, falta de precios y cancelación de pedidos”, indicaron desde la entidad que agrupa a los comercios.
A comienzos de septiembre el presidente del BCRA, Guido Sandleris, explicó que “hasta las PASO la inflación acumulaba cuatro meses consecutivos de caída: En julio había sido 2,2% y los datos adelantados de los primeros diez días de agosto permitían proyectar 1,8% de inflación”.
Sin embargo, “la volatilidad financiera de las últimas semanas (del mes pasado) generará un aumento de la inflación en agosto y septiembre. Sabemos que ello implica más pobreza”, dijo Sandleris en declaraciones a la prensa.