Al final, y después de varios días de dilaciones y de negociaciones con los sindicatos, el Gobierno oficializó en el Boletín Oficial el aumento a los empleados estatales de la administración central. Serán dos pagos, de tres mil y mil pesos, a cobrar en marzo y abril, destinados a los sueldos de hasta $60 mil.
De esta manera, el Gobierno intenta darle algo de alivio a la masa de empleados del Estado, a 24 horas de que el INDEC anuncie la inflación anual del 2019 -se ubicará por encima del 50%- y en medio de las conversaciones entre los gremios, los empresarios y el Gobierno en torno a las paritarias que la administración de Alberto Fernández intenta fijar sin “clausulas gatillo”, tal como había adelantado este medio la semana pasada. Desde varios ministerios –Claudio Moroni, el ministro de Trabajo, lidera las conversaciones- se dialoga con empresarios y sindicalistas para evitar que los incrementos salariales no disparen la inflación.
“La crisis económica que atraviesa nuestro país ha deteriorado sensiblemente el poder adquisitivo de los salarios del personal perteneciente al Sector Público Nacional”, subraya el decreto, que alcanza además a los empleados de las fuerzas de seguridad y que lleva las firmas del Presidente y su jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.
Y abunda: “Las sumas fijas remunerativas no bonificables a las que refiere el presente decreto se considerarán a cuenta de todo incremento que pudiera otorgarse o acordarse en el marco de la negociación colectiva, durante el Ejercicio 2020”.
Ayer, Alberto Fernández se refirió en una entrevista con el canal C5N a las negociaciones paritarias que tendrán lugar en los próximos meses, y a la decisión de su administración de dar aumentos fijos y remunerativos como adelanto de las paritarias.
“Tenemos que ver cómo logramos acuerdos salariales con paritarias libres”, remarcó el Presidente. “La cláusula gatillo es un mecanismo que termina indexando la economía”, agregó, por lo que dejó entrever que lo mejor es evitarla: “Es importante que todos tengamos en la cabeza eso”.
El Gobierno todavía no definió, en ese sentido, si habrá o no un nuevo decreto para otorgar incrementos al sector privado. “Espero que la economía empiece a ordenarse. Todo lo que afrontamos es de una complejidad enorme. Todos tenemos que tener en claro cuál es el sentido de lo que estamos haciendo”, advirtió.
En las últimas horas, desde la central obrera mostraron cierta preocupación en esa línea por la posibilidad de que el Ejecutivo continúe con la suba de salarios por decreto hasta mediados de año a cuenta de las paritarias, y que de esa manera se “achiquen” las escalas salariales. El acompañamiento del sindicalismo al Frente de Todos no está de todos modos en discusión.
Los aumentos a los empleados estatales de la administración nacional -incluye a las fuerzas de seguridad- no será imitado, sin embargo, por las provincias, cuyas finanzas están en buena medida asfixiadas.
La semana pasada siguió la peregrinación de gobernadores por Casa Rosada en busca de auxilio financiero. El Gobierno, de hecho, ya oficializó el adelanto de fondos para cinco provincias -Santa Cruz, Río Negro, Chaco, Tucumán y Chubut-, por $5.300 millones.
Todos los gobernadores que pasaron por Casa Rosada en estos días resaltaron que no tenían previsto otorgar, por ahora, aumentos extra a los empleados provinciales.