Cerrada la reestructuración de deuda con acreedores privados en moneda extranjera, la presentación del proyecto de presupuesto para 2021 y el trazado de un sendero de convergencia fiscal y monetaria son, según coincidieron economistas, las herramientas que pueden ayudar al Gobierno a alinear expectativas y a reducir la tensión del mercado cambiario.
Después de un mes en el que el Banco Central vendió cerca de US$ 1.100 millones de sus reservas y que, al menos, 4 millones de personas usaron su cupo de US$ 200 para atesoramiento, la dinámica del dólar es un problema del que el Gobierno tomó nota.
Por ello, para encauzar el excedente de pesos en actividades productivas y alinear las expectativas, el ministro de Economía, Martín Guzmán, adelantó ayer que el 15 de septiembre se presentará al Congreso el proyecto del presupuesto para 2021, cuyo déficit fiscal primario será de 4,5% del PBI, sensiblemente menor a las proyecciones que privados ponen en torno al 8% para 2020.
“Si el mensaje del Gobierno es que busca reducir la emisión y que el financiamiento llegue desde el mercado de deuda en pesos, es muy probable que la oferta de dólares vuelva a aparecer”, dijo a Télam el economista y analista financiero Christian Buteler, para quien será “importantísimo trabajar en un plan que cierre en lo fiscal y que explique cómo va a financiar ese 4,5% de déficit”..
En ese sentido, aseguró que fueron “muy buenas” las noticias de que el Gobierno siguió financiándose en forma neta en el mercado local en agosto y que también bajó nivel de emisión del Banco Central para asistir al Tesoro el mes pasado.
“Es clave que esto siga así. Es una muy buena señal y hasta diría que el Tesoro tendría que salir a publicitarlo porque es fundamental para tranquilizar el escenario”, aseguró.
La economista de la consultora Ecolatina, Lucía Pezzarini, sostuvo que si bien “en un contexto tan cambiante e incierto es difícil definir números para 2021, es importante decir cómo se va a hacer para bajar el déficit y cuál es el plan a futuro”.
“El corto plazo hoy está dominado por la incertidumbre sanitaria, pero siempre se pueden dar señales”, apuntó Pezzarini a Télam.
Al respecto, aseguró que “si esto no pasa será imposible controlar la cuestión cambiaria” ya que “no hay endurecimiento del cepo que aguante” una dinámica de caída de reservas como la que se vio en los últimos meses.
“Sería ingenuo pensar que el anuncio de las negociaciones con el FMI o el canje de deuda traigan un shock de expectativas, pero si se suman a un presupuesto definido y a señales monetarias y fiscales, pueden servir para calmar las expectativas”, afirmó.
Para Marina Dall Pogetto, directora de la consultora Eco Go, la pregunta hoy es “si la brecha cambiaria se resuelve con una devaluación, o si hay espacio para que comprima con una bajada de los tipos de cambio paralelos”.
En ese sentido, sostuvo que si bien “hoy el Banco Central pierde unos US$ 100 millones al día, casi el doble que julio”, también es cierto que “en el corto plazo hay liquidez buscando oportunidades de negocios en la Argentina y el mundo”.
“La dinámica del dólar Contado con Liquidación (CCL) está asociada a un programa monetario, fiscal y financiero. Por eso, si se dan señales en esos ámbitos y se genera certidumbre respecto de dónde se quiere ir, con estos niveles de liquidez, el mercado está ávido por construir esta historia en pesos”, aseguró Dall Pogetto en una conferencia organizada por Quinquela Fondos.
Por su parte, el director de la consultora Analytica, Ricardo Delgado, dijo que “lo de Guzmán ayer fue impecable porque no solo anunció un canje extraordinario, sino que además dio el número más importante para balizar el 2021, que es el 4,5% de déficit”.
“Se estaba esperando que el Gobierno diera una señal fiscal clara de que se va reducir el déficit de casi el 8% que tendremos en 2020 por la Covid-19. Ahora tenemos que ver cómo se va a financiar”, apuntó Delgado a Télam.
Más cerca en el tiempo, aseguró que septiembre será un mes en el que el Banco Central deberá “actuar muy fuertemente” para hacer política monetaria usando parte de los cerca de US$ 7.500 millones que tendrá disponibles una vez cerrado el canje para intervenir en el mercado del CCL y “para dar la señal al que tiene pesos se lo va a cuidar”.
“Hoy no es necesario devaluar el tipo de cambio porque está en un nivel competitivo, pero sí es importante controlar las brechas y mantener tasas en pesos reales positivas, para que los pesos dejen de correr al dólar”, concluyó Delgado.