Mauricio Macri enfrenta el duro desafío de mantener unida a su tropa. En el Congreso de la Nación se expresaron los primeros síntomas del cambio en el escenario político del país, especialmente porque la hiperpolarización que se vivió en octubre tendrá su vivo correlato en la Cámara de Diputados.
Según detalla el diario Clarín, la tensión se reavivó a partir de la elección de Cristian Ritondo como jefe del bloque del PRO en la Cámara de Diputados, y amenaza con generar la primera fisura en el interbloque de Juntos por el Cambio.
El reclamo de un sector (por ahora) minoritario de diputados es que el Presidente acceda a “institucionalizar” una cuarta vertiente dentro de una bancada que a priori, a partir del 10 de diciembre, nucleará a 119 legisladores.
El mandatario se resiste, pero envió señales para garantizar la unidad. Instruyó a Ritondo a que inicie el operativo contención.
“Estoy trabajando para que se mantenga la unidad, para hacer una oposición responsable en un bloque participativo, democrático y federal, en la que se expresen todas las voces”, dijo el todavía ministro de Seguridad bonaerense.
Las voces coinciden en que más temprano que tarde habrá un desprendimiento y fugas, como ocurrió en el Frente para la Victoria en 2015, cuando 17 diputados bajo la batuta de Diego Bossio armaron un espacio alternativa que ayudó a Macri a conseguir leyes clave.
“Esperamos que Mauricio recapacite y no cometa el mismo error que Cristina cuando quiso imponer a Héctor Recalde como jefe del bloque”, reflexionan los más críticos.