El Gobierno acordó con la Unión Industrial Argentina (UIA) y la Central General de Trabajadores (CGT) una reducción del salario para aquellos trabajadores que están suspendidos por falta de tareas. La misma constará del 25% de su salario neto y se establecerá a través de un decreto o resolución. Tendrá validez para abril y mayo.
La negociación para definir la reducción del salario
Las tratativas concluyeron durante la tarde del lunes y permite la suspensión a aquellos que no cuenten con responsabilidades durante el aislamiento social obligatorio. De esta manera, percibirán el 75% de su sueldo, una medida que ya se había acordado en otros sectores.
No obstante, con esta junta se dispuso que se evitara la dispersión de porcentajes a la baja de sueldos. El esquema servirá para complementar el pago de la mitad del salario por parte del Estado que se dispuso en el decreto 376.
Este último decreto fue lo que disparó la discusión hace una semana además de las presiones sindicales para solventar las suspensiones pagas. Estas últimas aumentaron desmedidamente ante el congelamiento de la economía en plena pandemia.
Desde el sindicalismo objetaron una rebaja salarial del 20% como máximo, aunque desde el empresariado calificaron la cifra como “inviable”. El pasado martes, la CGT planteó que las empresas privadas podrían pagar el 50% restante de los sueldos para que los trabajadores suspendidos pudieran percibirlos completamente.
Al principio desde la UIA rechazaron la propuesta por una diferencia en los salarios para aquellos trabajadores que sí tenían tareas. Claudio Moroni, ministro de Trabajo, fue quien dispuso que la definición de la reducción se ubicara entre el 50% de los empresarios y el 100% de los gremios. Sin embargo, dirigentes sindicales comunicaron el pasado fin de semana que reducirían su tope a un 80%.