El gobierno nacional alcanzó un entendimiento con las compañías petroleras y las distribuidoras de gas natural para lanzar a partir de septiembre un nuevo esquema competitivo de subastas para el período 2020-2022, que permita alentar la inversión e incrementar los niveles de producción para abastecer la demanda local y permitir exportaciones con contratos en firme.
El programa reflejará el entendimiento alcanzado en los últimos dos meses con las compañías petroleras y las distribuidoras de gas natural, ante el declino que se registra desde el segundo semestre de 2019 en la producción de gas natural y asegurar el abastecimiento para el pico de demanda del invierno de 2021.
Así lo anunció esta tarde el subsecretario de Hidrocarburos, Juan José Carbajales, al participar de una conferencia on line organizada por le Cámara de Comercio de Estados Unidos en la Argentina (Amcham), en la que adelantó que el nuevo programa será presentado en los próximos días.
Esta nueva propuesta se suma al esquema de incentivo que el Estado nacional debió definir a mediados de mayo para sostener el precio de referencia de la producción de crudo -barril criollo- y que además generó condiciones para impulsar las exportaciones en momentos de reducida demanda interna.
Carbajales reseñó que el nuevo esquema para el gas natural permitirá generar certidumbre de largo plazo al sector hidrocarburífero, viabilizar inversiones en producción, proteger la cadena de valor de toda la industria nacional gasífera y mantener los puestos de trabajo.
Pero a la vez, el incentivo normativo a la producción de gas natural permitirá sustituir importaciones de GNL y combustibles líquidos a los que el país debe recurrir en los meses de invierno, y en consecuencia disminuir el costo fiscal para una balanza energética superavitaria.
En la presentación señaló que en el sector se advertía “una caída muy significativa en la producción de gas en el último año y medio, y que (ahora) se pudieron alinear las necesidades de productores, distribuidores y del Estado nacional para diseñar políticas que permitieran revertir ese declino”.
En ese sentido, se consolidó la idea de establecer una previsibilidad de mediano plazo a través de la contractualización de la oferta de gas y de la demanda, con precios de mercado a través de subastas competitivas y asegurarle esos volúmenes los 365 días durante 4 años más un volumen adicional para invierno que atienda la estacionalidad del mercado.
Así, el acuerdo contempla la firma de contratos entre productores y la demanda prioritaria, representada por las distribuidoras y las usinas a través de Cammesa, con un esquema competitivo por subasta a 4 años para el caso de la producción on shore, mientras que para los proyectos off shore -es decir costa afuera- se aplicará un plazo a ocho años para amortizar los mayores costos.
Sus características principales prevén asegurar bloques fijos de 70 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d) por 365 día hasta 2024, con un bloque adicional por cada período invernal, y en temporada estival de menor demanda garantizar la prioridad en el despacho, como también para la exportación.
En ese sentido, el programa prevé autorizar volúmenes de exportación de hasta 11 MMm3/d en época estival en firme, y en cuanto al tema tarifario el Poder Ejecutivo fijará; el nivel de subsidios para asegurar el suministro de los sectores vulnerables y garantizar el pass througth del valor del gas de la productora a la distribuidora como establece la ley.
En esta nueva etapa, por su parte, los productores se comprometieron en lograr una nueva curva de producción por cuenca y por mes, para lo cual se deberá sostener o aumentar la producción de 2020.
Este compromiso, en una actividad con declino geológico, implica un volumen de inversión significativo que -a la vez- tracciona los niveles de empleo.
Carbajales explicó que este esquema a cuatro años “alienta la inversión para mantener los niveles de producción e implica la normalización del mercado del gas, da previsibilidad a las inversiones y con el atractivo de acceder a exportaciones en contratos en firme”.
En su exposición en la Amcham, el subsecretario aseguró que se logró empalmar este esquema con los planes de estímulo pre existentes como la Resolución 46, vigente hasta diciembre de 2021, y que había sido uno de los puntos de mayor dificultad en el diálogo con las petroleras.
El Gobierno venía analizando la necesidad de promover un precio de incentivo que hasta se llegó a estimar en US$ 3,5 por millón de BTU para que las empresas retomen la actividad en el gas después de un año de declino y reducción de inversiones por un problema de precios y de demanda.
Como reflejo de esa caída, el último informe de coyuntura del Instituto Argentino de la Energía destacó que en junio la producción de gas disminuyó 10% interanual y se presenta virtualmente estancada en últimos doce meses con una reducción de solo 0,7% año contra año.