Daniel Gatica debió renunciar a la guardia del hospital de Orán, Salta, luego de ser agredido por familiares de un paciente fallecido por coronavirus. “Acá estamos todos cansados. No hay gente”, admitió.
El médico residente Daniel Gatica, que renunció a la guardia del hospital San Vicente de Paúl, de Orán luego de difundir en las redes sociales que tomó la decisión tras ser agredido por familiares de un paciente fallecido por coronavirus, aseguró que no hay profesionales y el sistema sanitario de esa ciudad del norte salteño está colapsado.
“La verdad que vivimos tiempos muy difíciles. El sábado viví un día muy triste. Fue la primera vez que me tocó vivir en mi carrera una agresión”, dijo Gatica a Télam, tras lo que reveló que el hecho ocurrió “durante el pase del parte diario de los pacientes de la guardia”.
El profesional, oriundo de la localidad riojana de Chilecito y que hace cuatro años trabaja en Orán, reveló que mientras “informaba la evolución de los familiares internados, una familia recibió un llamado del hospital mediante el cual le informaron que su pariente había fallecido”.
Este grupo “descargó la ira sobre mi persona, a través de dos individuos impresentables que comenzaron a tirar piedras hacia el hospital, de las cuales una estalló a 20 centímetros de mi cara y la otra en el pie”, contó.
Agregó que “esto no pasó a mayores porque algunos familiares los detuvieron y evitaron que se acerquen a seguir violentando” y “la verdad que se torna muy difícil trabajar así”.
“Me vi en la necesidad de renunciar a la guardia, al servicio de emergencia. Yo soy residente de medicina familiar y voy a continuar haciendo mi residencia, pero así no se puede seguir”, afirmó.
Gatica publicó una extensa carta a través de su cuenta en la red social Facebook en la que reveló el estrés que le tocó vivir en los últimos días, por la falta de personal y de insumos en el hospital San Vicente de Paúl, de la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán, 270 kilómetros al norte de Salta capital.
Orán viene reflejando una gran cantidad de casos de Covid-19 en las últimas semanas, y en las últimas horas se sumaron 40 pacientes, con lo que el total ascendió a 1.117 con esa patología registrados solo en ese departamento del norte salteño.
El médico agregó que “esto pasó el sábado, cuando renunció la gerencia saliente del hospital, y todavía no sabíamos quiénes eran la gerencia entrante, porque fue todo muy rápido. A mí nadie me pudo atender el teléfono. Por eso es que también sentí un abandono total, tanto del hospital como del sistema, lo que me obligó a renunciar a la guardia”.
“En la Sala Covid, desde el primero de septiembre se había armado un equipo multidisciplinario, con los residentes de familia a la cabeza, y la verdad que fueron doce días duros. Éramos pocos médicos, cubríamos varios servicios y siempre teníamos que dar malas noticias”, detalló.
Luego sostuvo: “Acá estamos todos cansados. No hay gente, necesitamos enfermeros, médicos. Hoy, en el plantel del hospital hay 21 profesionales, de los cuales cuatro somos residentes, y en los últimos 20 días estuvimos trabajando solamente siete, porque los demás se enfermaron”.
“Eso, sumado al colapso del sistema, donde nos vimos que la oferta que teníamos fue ampliamente arrasada por la demanda de pacientes, se tornó inviable seguir”, concluyó.