El Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció que consiguió un crédito por USD 2.000 millones mediante un nuevo acuerdo de repos (repo) con bancos extranjeros, como parte de un paquete de medidas para reforzar las reservas internacionales y reducir la cantidad de pesos en circulación.
La operación se estructura como un préstamo colateralizado: a cambio de los dólares depositados, la autoridad monetaria entrega títulos públicos, similar al repo de enero por USD 1.000 millones. Esta ampliación, cuyo cierre se concretará en los próximos días, se enmarca dentro de la tercera fase del plan económico del presidente Milei, que incluye flotación cambiaria y saneamiento del balance del BCRA.
Además del repo, el BCRA introducirá un bono denominado “Bopreal” para permitir el giro de utilidades al exterior por parte de empresas y reemplazará las letras (“Lefi”) por instrumentos del Tesoro, buscando filtrar pesos y captar dólares. También anunciaron licitaciones de bonos en pesos suscriptos en moneda extranjera, con un límite mensual de USD 1.000 millones.
En paralelo, se emitirá un nuevo bono “Bopreal 4” para destrabar el giro de dividendos, y se recomprarán opciones financieras (puts) sobre bonos del Tesoro para mejorar el control monetario, en una señal clara de prudencia ante el actual escenario inflacionario.
Actualmente, las reservas del BCRA rondan los USD 38.600 millones, cifra que podría incrementarse con esta maniobra. Sin embargo, según fuentes oficiales, solo una porción –aproximadamente USD 500 millones– será contabilizada para las metas con el FMI. El resto está excluido por tratarse de pasivo colateralizado.
El principal objetivo es cumplir con los compromisos del nuevo acuerdo con el FMI, que exige acumular USD 4.400 millones adicionales en reservas antes de la revisión inicial. En caso de aprobarse este bloque junto con las licitaciones recientes, el BCRA llegaría a los niveles exigidos hacia fines de julio