El presidente Javier Milei mantuvo este sábado una audiencia privada con el papa León XIV en la Biblioteca Apostólica del Vaticano. Durante los 45 minutos que duró el encuentro, Milei expuso su programa de gobierno y discutió temas de interés común, como la situación socioeconómica de Argentina, la lucha contra la pobreza y los conflictos internacionales en curso.
Una particularidad de la reunión fue la participación de Karina Milei, secretaria General de la Presidencia, quien se unió a la conversación en los últimos diez minutos, tras una solicitud formal aceptada por el Vaticano. Esta inclusión no tiene precedentes en encuentros entre un presidente argentino y un sumo pontífice.
El canciller Gerardo Werthein describió la reunión como “muy buena, con un muy buen clima”, destacando el acercamiento entre el gobierno argentino y la Santa Sede. Posteriormente, Milei se reunió con el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, y el subsecretario para las Relaciones con los Estados, monseñor Miroslaw Wachowski.
Según el comunicado oficial del Vaticano, durante las conversaciones se reiteró el mutuo aprecio por las sólidas relaciones bilaterales y la voluntad de reforzarlas aún más. Además, se abordaron cuestiones de interés común, incluyendo la evolución socioeconómica, la lucha contra la pobreza y el compromiso en favor de la cohesión social. También se dialogó sobre temas de carácter sociopolítico regional e internacional, prestando especial atención a los conflictos en curso y destacando la importancia de un compromiso urgente en favor de la paz.
Al finalizar la audiencia, el papa León XIV confirmó su intención de visitar Argentina en 2026, en un viaje que también incluiría Perú y Uruguay. Esta será la primera visita papal al país desde el inicio del pontificado de León XIV.
Durante el tradicional intercambio de obsequios, Milei entregó al pontífice una teca artesanal de plata 900 con detalles en oro y el escudo papal, un poncho de vicuña tejido por artesanos de Catamarca, una caja de conitos de dulce de leche, galletitas de limón y un frasco de dulce de leche tradicional, así como un documento histórico relacionado con la Orden de San Agustín en Argentina. Por su parte, el papa obsequió al presidente un mosaico con la imagen de la Basílica de San Pedro.
Este encuentro marca un hito en las relaciones entre el gobierno argentino y el Vaticano, evidenciando una voluntad mutua de diálogo y cooperación en temas de interés común.