A los 3 minutos del comienzo del partido, Emanuel Reynoso abrió el marcador para el Xeneize con el único gol
Boca Juniors se convirtió en el único puntero de la Superliga tras ganarle con lo justo a Estudiantes de La Plata por 1 a 0 en la Bombonera, en el partido que cerró la sexta fecha del torneo de primera división. Con estos tres puntos, el Xeneize apenas le sacó una unidad de ventaja sobre su próximo rival, San Lorenzo, y Talleres de Córdoba.
El rechazo largo que dio el arquero Mariano Andújar a los tres minutos de partido, cuando no pudo controlar una pelota fácil que en el rebote, le permitió a Emanuel Reynoso abrir el marcador y la oportunidad más sencilla aún que malogró a los 10 de esa etapa inicial Federico González sin marca, debajo del arco boquense, condicionaron los 80 restantes del encuentro.
Boca no fue ninguna máquina de atacar ni generar posibilidades de gol en cercanías del arco estudiantil, por lo que, valga la literalidad, llegó al tanto “de rebote” y después se salvó simplemente porque su arquero, Esteban Andrada, extendió hoy a 959 minutos el invicto de su valla.
A partir de esas dos situaciones se configuró el resto del partido, con Boca haciendo lo que mejor le sale a la propuesta de su entrenador, Gustavo Alfaro, que es conservar el cero en su arco, y Estudiantes tratando de atacar como requiero su técnico, Gabriel Milito, pero con una constante falta de contundencia.
A partir de estos dos ítems, el desarrollo del juego se tornó inevitablemente deslucido, con esporádicas acciones de auténtico riesgo en las áreas y escaso lustre en las acciones de los futbolistas con buen pie que tuvo el encuentro, apenas Reynoso y Alexis Mac Allister por el lado de Boca y Ángel González por el del “Pincha”.
El primer tiempo se fue difuminando dentro de esa lógica y no hubo jugador que pudiera romperla, porque justamente uno de los encargados de que nada cambiara para su equipo, como Iván Marcone, tenía más protagonismo en la mitad de la cancha que los que tenían que hacer pesar sus habilidades para arrimarse al arco rival, incluyendo a sus propios compañeros.
No cambió la tónica de las acciones en la segunda mitad, porque las buenas intenciones de Mac Allister y Reynoso seguían sin tener un final feliz y Federico González seguía perdiéndose situaciones inmejorables para romperle el récord a Andrada, errándole nuevamente a la pelota sin marca, en el borde del área chica local.