En marzo de 2020, como consecuencia de las medidas sanitarias contra el COVID-19 , el Ministerio de Justicia bonaerense dejó en suspenso “todo tipo de asambleas (…) todo otro acto institucional que implique la movilización, traslado y/o aglomeración de personas, de todas las Entidades Profesionales de la provincia de Buenos Aires y sus Cajas Previsionales”. Esto significó que los Colegios profesionales (como el de martilleros) postergaran sus elecciones.
Finalmente, tras 12 de meses, el Ministerio dejó sin efecto la medida y determinó que –a partir del 8 de marzo- esas entidades deben “iniciar o dar continuidad los procesos electorales que fueran suspendidos”.
De esta manera, respetando las pautas de distanciamiento y cuidados frente al COVID-19, los Colegios “deberán garantizar la plena, efectiva y real participación de todos los colegiados o matriculados, dentro del marco de las normas y reglamentaciones vigentes y cumpliendo con todos los imperativos legales pertinentes que garanticen la transparencia de los mismos”.
Se trata de un primer paso para normalizar la vida de institucional de Colegios y Cajas Previsionales, e implica desempolvar las urnas y abrir el juego a la renovación de autoridades. En ese escenario se encuentra el Colegio de Martilleros de la Plata: en esta oportunidad son dos listas las que irán a elecciones: la oficialista (en el poder desde hace 17 años); y Unidos por la Profesión, que busca conducir los destinos del Colegio de la mano de Mirta Líbera.
Ahora sí, sin limitaciones ni frenos normativos impuestos por la pandemia, los profesionales martilleros y corredores tendrán la oportunidad de elegir. Tras un año difícil marcado por el Aislamiento, sumado a un duro 2019, el sector inmobiliario tiene la oportunidad de confirmar el rumbo marcado por Aníbal Fortuna (presidente desde 2004) o dar un giro de timón y abrir la posibilidad de un recambio de nombres, ideas y propuestas.