La secretaria de Legal y Técnica de la Presidencia, Vilma Ibarra, aclaró hoy oficialmente que el presidente Alberto Fernández “no ha aceptado” la renuncia del ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, y rechazó así las versiones que habían surgido desde la propia Casa Rosada.
“El Presidente no ha aceptado ninguna renuncia de las que están presentadas y todas ellas están a su consideración y lo va a informar en el momento que lo tenga que informar”, señaló Ibarra en declaraciones a la prensa acreditada en Casa de Gobierno.
De esta manera, rechazó las versiones según las cuales el Presidente había aceptado la renuncia que el funcionario más cercano a la vicepresidenta Cristina Kirchner puso “a su disposición” el último miércoles y que generó una ola de presentaciones idénticas por parte de los funcionarios del ala kirchnerista del Frente de Todos.
Las versiones sobre la supuesta decisión del Presidente de tomarle la renuncia a De Pedro, sin embargo, surgieron de otras fuentes del Gobierno luego de que se confirmara que el ministro no concurrió este jueves a su despacho en Balcarce 50, y por esa razón Ibarra salió a dar la información oficial.
El Presidente había quedado sorprendido y enojado con la actitud del ministro, ya que la nota en la que puso su renuncia a disposición fue difundida a través de los medios de comunicación y no le había sido informada previamente.
Las versiones cruzadas sobre el futuro de De Pedro, uno de los líderes de La Cámpora y el funcionario más encumbrado de Cristina Kirchner en el Gabinete se incrementaron luego de que el Presidente dejara trascender que, por el momento, no hará cambios en el Gabinete como le reclama el kirchnerismo.
La jugada de los funcionarios de ese sector fue interpretada en el entorno presidencial como una presión desmedida para que el jefe de Estado reemplazara a algunos de los funcionarios leales al Presidente.
Junto por De Pedro, los otros funcionarios que pusieron su renuncia “a disposición” del Presidente fueron Martín Soria (Justicia), Juan Cabandié (Ambiente), y Roberto Salvarezza (Ciencia y Tecnología), Luana Volnovich (PAMI) y Fernanda Raverta (Anses), entre otros.
La idea era forzar una acción similar por parte de los ministros cuestionados por el kirchnerismo, como el de Economía, Martín Guzmán, el de Producción, Matías Kulfas, y el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.
Sin embargo, luego de la crisis que se desató el miércoles pasado con esa movida del ala K, varios intendentes y gobernadores, así como la CGT, salieron a manifestar su “apoyo” a Fernández, y el escenario para Cristina Kirchner cambió.
En ese contexto, sus voceros dejaron trascender que la vicepresidenta y ex mandataria llamó por teléfono a Guzmán para aclararle que ella no estaba pidiendo su cabeza.
Pese a los intentos de bajar el tono de la disputa tanto por parte del sector de Fernández y como el de Cristina Kichner -empañados por la filtración de un audio demoledor de la diputada kirchnerista Fernanda Vallejos contra el Presidente- las relaciones entre las fuerzas que integran el Frente de Todos quedaron en su peor momento.